domingo, febrero 03, 2008

Por un fútbol con documento

Luego de meses de investigación y de análisis pudimos llegar a una triste conclusión. Nos detuvimos sobre una serie de deportistas y fijamos la vista sobre sus carreras. Nos dimos cuenta de que podrían haber sido mucho más brillantes de lo que fueron, de que podrían haber conseguido algo más que un cuarto de hora de gloria, o simplemente que podrían haber tenido aunque sea algún pergamino.
La conclusión a la que arribamos es que este quiebre de sus carreras, esta seguidilla de malas rachas y el hecho de quedar repetidas veces cerca de conseguir cosas importantes tienen como causa principal un motivo: estos deportistas no tienen apellido.
Si bien algunos se ven beneficiados por tener ciertos apellidos y otros perjudicados por que el que tienen es demasiado común o difícil de pronunciar, esta gente directamente no tiene. Una seguidilla de nombres que de pronto termina, y uno se queda esperando el apellido sin demasiado éxito.
Sábado a sábado iremos analizando caso por caso al aire para demostrar esta verdad irrefutable.