viernes, julio 13, 2007

No dejes de soñar

Fue el sábado 23 cuando me dijeron mis compañeros de ¨Un tirito¨ que arme el bolso, dado que debía ir Venezuela a cubrir la Copa América que comenzaba ese mismo martes. En vez de encontrarme feliz ante semejante invitación, una incertidumbre total se apoderó de mí al punto de no permitirme salir aquella noche. Esa sensación permaneció hasta el atardecer del domingo, cuando escuché por los parlantes que el avión que me depositaba en Caracas se veía demorado unas tres horitas. Estaba en Ezeiza, solo, aburrido, impaciente, sin saber lo que me esperaba y de todos modos no estaba triste. Tampoco me brotaba alegría a pesar del viaje. Fue entonces cuando decidí sentarme y perder la mirada por los gigantes ventanales para poder verme por dentro y hallarme con la felicidad. Al fin y al cabo, estaba yendo a acompañar a mi selección. Era hora de reaccionar y mis ojos se cerraron, entendiendo lo que pedía la jugada.

En primer lugar, ubiqué a Venezuela geográficamente y me apareció el sol. Hacía mucho calor. El calor obligaba a los habitantes a andar con poca ropa (o ropa livianita), y entre la multitud logré distinguir una silueta sin igual. Sí, era ella. Catherine Fulop. Comencé a seguirla desaforadamente, pero sus tremendas zancadas hicieron que la pierda de vista, dejándome de cara a una manifestación de cientos de personas. Por delante de todos pude divisar a Hugo Chávez. Corrí alrededor de 200 mtrs. para alcanzarlo pero se me hizo imposible ya que pasó por un vallado altamente custodiado y entró a un lugar semejante a un estadio de fútbol. Finalmente lo era. Suponiendo que se trataba de una de sus charlas multitudinarias hice lo posible por entrar pero una vez dentro me dí cuenta que estaba equivocado. Miré las gradas; una mitad verdeamarelha y la otra albiceleste. En el medio, una copa. Se trataba de la final.

Mis ojos se abrieron repentinamente al momento que mis oídos escuchaban que mi avión tomaba vuelo en apenas 5 minutos.

Hoy 13 de Julio, puedo decir que aquello que viví en el aeorpuerto fue un deseo, un sueño, hechos pertenecientes al mundo de lo onírico y no de la realidad por las siguientes causas:
- Venezuela me recibió con lluvia (se esperaba recién para Diciembre)
- Cathy se quedó en Argentina bailando por el/los sueños de algún hombre
- A Chávez solo se lo vió en la ceremonia inaugural (Luego del partido inaugural) junto con el argentino Maradona y el astro del fútbol mundial, el boliviano Evo Morales...

A todo esto se suma que a lo largo de estas dos últimas semanas en mi país natal se dieron hechos fantásticos; la fiesta de la Radio el pasado domingo, la caída de nieve en la provincia de Buenos Aires luego de 89 años, el cumpleaños de mí papá, el de Tacita, la semana de la dulzura, etc.

El panorama es negro. Debería tomar el avión de regreso a casa, lo sé. Pero así como la realidad supera la ficción, también el mundo de los sueños se mezcla el de lo real, y a mi me pasó. Es por eso que este domingo a las 17:05 (hora local) cerraré los ojos durante 90 minutos y terminaré con aquel sueño que comenzé en Ezeiza.